martes, 8 de mayo de 2007


"Yo no decía nada. Hermosos sentimientos y sombrías ideas daban vueltas en mi cabeza, mientras oía su voz, su maravillosa voz. Fui cayendo en una especie de encantamiento. La caída del sol iba encendiendo una fundición gigantesca entre las nubes del poniente. Sentí que ese momento mágico no se volvería a repetir nunca. -Nunca más, nunca más- pensé, mientras empecé a experimentar el vértigo del acantilado y a pensar qué fácil sería arrastrarla al abismo, conmigo. "

2 comentarios:

Vanyz dijo...

Ok, con lo q escribiste se me vino la respuesta que necesitaba hace un tiempo..me dejaste descubrirla.
gracias
bs

*AntagoniSta* dijo...

Definitivamente reflejaste mis muchos "nunca más" que pensé por allá a lo lejos y hace tiempo, a veces lo de "nunca, digas nunca" no está tan equivocado como parece (por suerte)

Besotes Tocaya, me gusta éste, su otro yo.